miércoles, 12 de agosto de 2015
domingo, 2 de agosto de 2015
personajes que marcaron y marcan de valores la cotidianidad
RESEÑA
HISTORICA DE CARMEN CLEOTILDE VASQUEZ AGUILAR
Carmen
Cleotilde Vásquez Aguilar, nace y es
registrada en Tinaquillo el día 12 de agosto 1920, esta tinaquillera; es una
mujer de origen humilde, dedicada a las labores del campo a la edad de 14 años,
realiza su primera asistencia como comadrona, noble tarea que desempeña a lo
largo de su vida.
Su vida se destacó como partera,
comadrona labor que destaca la importancia del personaje y el valor empírico
de la sabiduría popular, al casarse Carmen Clotilde, realizaba lo que hoy en día
es el control previo del embarazo, los maridos llevaban a sus mujeres en estado
de gravidez y esta sobaba la barriga, preparaba pócimas para purificar la
sangre de la parturienta la cual al
llegar la hora del parto se trasladaba a
la casa donde se procedía a realizar su
trabajo de comadrona, al nacer el niño se convertía de forma instantánea en su
madrina.
En varias oportunidades realizo
masajes o sobados especiales para poner
a la criatura en posición, incluso poseía una técnica personal llamada SEBUCANEO que consistía en” con
ayuda de ella y el marido la parturienta realizaba una serie de vueltas de
canela que permitían poner a los fetos
en posición, esta técnica se utilizaba en partos múltiples donde las criaturas
y la madre corrían peligro” la utilizo de forma efectiva en varias
oportunidades.
Otra de las técnicas que aplicaba
era la del gatear, residía en que la embarazada debía gatear para que el niño
en posición podálica se ubicara en el canal de parto.
Después del parto realizaba, un
purificador con alhucema, atricol, una
copa de aguardiente, panela, canela, clavos dulces y guayabita. Una sola toma de esta bebida después del parto se administraba después del
primer sancocho gallina así como una
toma de un purgante de aceite castor, una copa de ginebra, aceite blanco,
aceite de resino y miel rosada mescladas en partes iguales esto para pulgar a la madre y por ente al infante.
En caso de que se presentaran sangra miento
antes y después del parto realizaba un te de Rosa de Montaña, comino, anís
dulce, anís estrellado, guayabita y raíz de grama cosido en leña y braza suave.
Para realizar masaje o sobado de barriga ella, utilizaba aceite, mentol,
alcanfor los mesclaba embotellándolos para realizar el tratamiento, El cuido de
la mujer después de parir, debía guardar reposo por cuarenta días.
Esta
valerosa mujer también fue madre, esposa. tuvo siete hijos naturales y cinco de
crianza, se dedicaba a las labores propias del
campo sembraba y cosechaba junto a su pareja el maíz para el consumo de
las gallinas y las cachapas, ordeñaba y
arreaba el ganado y era buena cazadora pues sabia utilizar la escopeta.
Ella
vivió mucho tiempo en asentamiento campesino El Carmen, ubicado dentro
del ato Tamanaco, pero los campesinos son desalojados del asentamiento por los latifundista
y el asentamiento desaparece. Mudándose a lo que será su hogar el resto de su
vida en el asentamiento campesino la Guamita, vía Paso Ancho a las orillas del
cerro Buena Vista
Entre
las parturientas que esta atendió podemos nombrar: Petra Hernández, domiciliada
en el sector la Cruz, (dos partos), Carmen Hernández domiciliada en el sector
la Cruz calle el taladro (dos partos),
Amparo Aguilar domiciliada en el sector la Banco Obrero calle el parque (cuatro partos, dos morochos),
Rosa Camacho Vivas, Orlin Camacho, domiciliadas
en calle Cedeño (morochos), castorina
Pérez, Georgina fajardo ente mucho y muchas otras
Este
emblemático personaje vivido y nacido en
esta tierra es representativo de la mujer tenas venezolana. Estas son solo una
pequeña muestra del trabajo social que esta insigne tinaquillera realizo como
comadrona, esta versátil exponente el género femenino cuenta que en su juventud
cantaba versos como este dedicado a un anciano de la comunidad.
”Como esta don Santiago que bonito baila Ud.
Voy a comprar oro fino para enastarle los pies”
Cuenta
que los que tenían la mejor letra e
inspiración de lanzar sus versos al viento
en los bailes le pagaban una
bamba oh lo que ella denominaba cinco
pesos.
Al despertar de alba bolivariana,
encabezada por el presidente de la república. Carmen Cleotilde, se identifica
con la propuestas pues siendo una desposeída que sufrió en carne propia los
rigores de la injusticia en contra de los campesinos y la bota latifundista,
por eso desde la experiencia de la edad, defendió la propuesta y las ideas de
Hugo Chávez, como mujer que sin conocer
lo que era el socialismo, lo mantuvo como y lo utilizó como filosofía de vida.
Fotografía
de CARMEN CLOTILDE VÁSQUEZ AGUILAR
sábado, 1 de agosto de 2015
DEMETRIA LA REZANDERA
Cuento corto
Autor: Maria Natera 2004
El frío mañanero
dejaba entrever la llegada de la
navidad, Demetria metida en sus matas, recogía una rama de cruceta otra de caña
brava, su rostro de rasgos indígenas y tez blanca era enigmática.
Tomando un cuchillo
filoso, comienza a cortar las ramas
para armar una cruz pequeña, toma el
cuchillo y con fuerza corta una estaca de caña Fistola, elaborando otra cruz.
-
Refunfuña…
vamos a ver si esta noche, me viene esa sinvergüenza esa a molestar, a buscar
chisme, no jile toda la noche arañando el techo y esos perros aullando. Cae la
tarde, Demetria, toma una totuma grande, le agrega agua bendita y la cruz de
caña brava, en otra camaza pequeña le coloca un chorro de orine
de varios días de la bacinilla de don Ambrosio su marido, unas ramitas de ruda
otra de alcornoque.
Su dientes maceran
una bola de chimo, escupiéndola en la
extraña pócima junto con una medallita de San Cristóbal. Su voz, declama una
oración a San Marcos de León… San Marcos de León, que amansaste a la daga y al
dragón amansa los toros bravos que también del monte son continuo un largo rato
en su extraño rito. Junto a su cruces artesanales y sus recipientes toma dos
velas de cebo blancas, les ata una cinta roja la enciende en pisos de tierra de
la cocina, debajo de un mesón de adobe cercanas a la pared de bahareque de su
rancho.
Ya entra la noche
toma todos sus pertrechos y se encarama en la mata de tapara, la oscuridad
reina, el silencio es profundo en la hora de los difuntos, de repente una
ráfaga de aire frío golpea su rostro. Para sus adentros dice. Ay esta, ya llego
la desvergonzada.
Al frente de su vivaz mirada un animal, en
forma de pavo gris, pequeño, con una cresta entre amaranta y negra corona su
cabeza, se arrellana sobre el techo de
tejas si saber que es asechado, su pico negro escarba el tejado, logra abrirlo…
está atento a lo que pasa en el rancho, de repente siente que es bañado por un
líquido hediondo que lo paraliza, no puede moverse, no pude volar. Graznea de forma aterradora, intenta zafarse…más no
lo logra. Los perros enloquecidos aúllan creando un alboroto en toda la cuadra.
Demetria, con una rapidez inusual para una
mujer de su edad y su voluminoso peso, se lanzó del taparo, subió a una escalera, maltrecha y zaas se encarama en
el techo, su voz entrecortada increpa al animal… bandida, sin oficio, chismosa,
mala mañosa, golpeado repetidamente al animal, con las cruces que realizo en la
mañana, por ultimo rezando un padre nuestro inicia un rosario doloroso, baña al
bicho emplumado con agua bendita.
Se baja del techo y le grita, ahora si te
puedes ir, además de ordena mañana temprano ven por un poco de sal, entra la
casa, toma otra vela la enciende reza
por el alma infortunada de la pava y se acuesta.
Los gallos cantan,
Demetrio, está en su fogón ya tendió las
arepas en su budare, está colando el
café en su manga.
Oye que tocan la
puerta y esta se abre lentamente, dando paso a una mujer ya entrada en años, se
ve cansada, esta moreteada, por los brazos y las piernas, tiene un ojo
hinchado.
-
¡Ay! Comadre que mal me siento. Amanecí molida me
regala un poquito de sal, baja la cabeza avergonzada.
La mestiza, la
observa con detenimiento. Ya me suponía yo que eras tú… déjese de esas mañas
comadre, tan vieja. Mire yo solo la pele
otro… capaz la mata, venga vamos a rezar y a pedir para que no llame más a la
pava y deje de ser tan chismosa, tómese el café y váyase a confesar a… y porcía
las mocas no me visite más ni de mañana y muchos menos en la noche o la
madrugada.
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